La Incongruente Realidad de la Ruta nacional 33: Pintar la Desesperanza en el Asfalto Deteriorado

Una Ruta en Ruinas y Pintura Sobre el Desgaste
En una muestra sorprendente de desconexión con la realidad, la empresa FAICSA ha continuado con sus labores de pintura sobre la destruida Ruta Nacional 33, especialmente en la zona alrededor del kilómetro 520. Las imágenes son elocuentes: una nueva capa de pintura blanca contrasta vivamente con los profundos baches y el asfalto quebrado que define este tramo crítico de la carretera. Esta combinación no solo es irónica sino también peligrosa, destacando las prioridades mal enfocadas en la gestión de la infraestructura vial.
La Respuesta del Intendente Alegre: Entre Frustración y Realismo
El intendente de General Villegas, Gilberto Alegre, ha expresado abiertamente su frustración respecto a la situación de la Ruta 33. En una entrevista reciente, Alegre describió la ruta como “enormemente deteriorada” y detalló los infructuosos esfuerzos realizados junto al intendente de Rufino para obtener una respuesta efectiva de Vialidad Nacional. “No fue buena la reunión. Nos pidieron que habláramos con la directora de la zona para encontrar una salida, por lo menos hacer un bacheo para tener más seguridad. El argumento es que el arreglo está licitado, que lo tiene una empresa y que en este momento están suspendidos todos los contratos,” señaló Alegre.
Promesas Vacías y Realidades Difíciles
La promesa de que el problema será resuelto el próximo año ha sido recibida con escepticismo por parte de Alegre y la comunidad en general. “Suena a cuento,” afirmó el intendente, reflejando la desconfianza generalizada en las soluciones propuestas por las autoridades responsables. La comunidad local, así como los usuarios frecuentes de la Ruta 33, han sido testigos de repetidas promesas no cumplidas y soluciones temporales que no abordan el núcleo del problema.
La Ironía de Pintar el Asfalto Deteriorado
La decisión de continuar pintando una carretera en tan mal estado no solo es un ejercicio inútil, sino también una metáfora potente de la gestión ineficaz y las prioridades distorsionadas. Los baches y el deterioro son tan graves que, en muchos casos, la pintura nueva se mezcla con los bordes irregulares y las grietas profundas, ofreciendo una imagen clara de la negligencia y el abandono.
Este acto de pintar sobre el deterioro plantea serias preguntas sobre el criterio utilizado para la gestión de las infraestructuras viales. ¿Por qué se asignan recursos para pintar una carretera que claramente necesita reparaciones profundas? ¿Qué mensaje se envía a la comunidad cuando se priorizan acciones cosméticas sobre soluciones estructurales?
La Seguridad en Riesgo: Un Problema de Vida o Muerte
La realidad es que el estado actual de la Ruta 33 representa un riesgo grave para la seguridad de los conductores. Los baches profundos y el asfalto irregular no solo causan daños constantes a los vehículos, sino que también aumentan significativamente el riesgo de accidentes. Afortunadamente, hasta ahora no se han reportado víctimas fatales, pero la situación podría cambiar en cualquier momento dada la precariedad de la carretera.
La comunidad local y los usuarios regulares de la ruta están, comprensiblemente, preocupados y frustrados. La falta de acción concreta y efectiva por parte de las autoridades competentes es vista como una muestra de desinterés y negligencia. Las reuniones y promesas no se traducen en mejoras tangibles, y mientras tanto, los conductores siguen enfrentando los peligros diarios de una carretera que está lejos de estar en condiciones adecuadas.
La Necesidad de un Reclamo Conjunto y Visible
Alegre ha subrayado la necesidad de un reclamo con entidad que logre visibilidad a nivel nacional. “Si no tenemos visibilidad a nivel nacional, nadie se preocupa,” declaró el intendente, reconociendo que solo a través de una presión sostenida y visible se podrá obtener una respuesta adecuada de las autoridades de Vialidad Nacional.
En este contexto, la colaboración con organizaciones como la Sociedad Rural es esencial para organizar protestas y reclamos que no puedan ser ignorados. La unión de fuerzas entre diferentes sectores de la comunidad puede generar la presión necesaria para que las promesas vacías se conviertan en acciones concretas.
Un Llamado a la Acción
La situación de la Ruta 33 no solo es un problema local sino también un reflejo de una gestión deficiente de las infraestructuras viales en general. Es imperativo que las autoridades responsables dejen de lado las soluciones cosméticas y se enfoquen en las reparaciones estructurales necesarias para garantizar la seguridad y la funcionalidad de esta ruta crucial.
Foto :Tres Limites, el Periodico de Cañada Seca