Desvinculación de Fernando Galli: Una salida silenciosa que marca un punto de inflexión en la gestión municipal
En un movimiento que ha sacudido el escenario político local, el secretario de Gobierno, Fernando Galli, ha dejado de formar parte del equipo del intendente Gilberto Alegre. La noticia, confirmada por el propio intendente en un medio local, ha generado numerosas especulaciones y deja abierta la pregunta sobre el rumbo de la gestión en áreas clave.
Una salida sin estridencias, pero con implicancias
Alegre, visiblemente reservado, optó por no profundizar en los motivos de la desvinculación de Galli, enfatizando que la relación entre ambos es, ante todo, una amistad. “Lo más saludable en este momento es no emitir opiniones”, declaró, evitando encender debates que puedan complicar aún más el escenario.
Galli, quien estaba a cargo de las Secretarías de Servicios Públicos, Gobierno y Relaciones con las Instituciones y la Comunidad, se encontraba de licencia por motivos de salud hasta el 30 de noviembre. Sin embargo, esta licencia será extendida indefinidamente, una decisión que podría interpretarse como una forma de amortiguar el impacto de su salida, o como un “freezado” que deja en suspenso su futuro en la administración.
Servicios Públicos: el talón de Aquiles de la gestión
El propio intendente ha reconocido en el pasado el desempeño de Galli, destacando su capacidad para gestionar Servicios Públicos, un área especialmente sensible por su alta demanda y el constante roce con el personal. No obstante, esta valoración no fue suficiente para evitar el quiebre.
Lo que llama la atención es la ausencia de Galli en momentos cruciales durante la reciente Fiesta de la Tradición, un evento masivo que siempre contó con su expertise logística. A pesar de su no participación, la fiesta fue un éxito, lo que podría haber acelerado su salida al demostrar que la maquinaria municipal puede funcionar sin su intervención directa.
¿Diferencias irreconciliables?
Si bien Alegre no explicitó las razones, el contexto sugiere que las diferencias entre ambos son más profundas que una simple cuestión operativa. La mezcla de vínculos políticos y personales podría haber generado tensiones difíciles de resolver en el marco institucional.
El futuro de la gestión: reemplazos en suspenso
Con la salida de Galli, se abre un interrogante sobre quiénes asumirán sus responsabilidades. Alegre fue tajante al afirmar que habrá reemplazos, aunque prefirió no adelantar nombres ni plazos. Esta cautela podría responder a la necesidad de evitar nuevas controversias o a la búsqueda de perfiles que logren mantener el equilibrio en áreas estratégicas.
Conclusión
La desvinculación de Fernando Galli representa un punto de inflexión en la gestión de Alegre, dejando en evidencia que, más allá de las capacidades técnicas, los equilibrios políticos y personales son determinantes en el funcionamiento del gabinete. Resta esperar cómo se reconfigura el equipo y si los nuevos nombres lograrán llenar el vacío que deja una figura tan emblemática como Galli.